Enclavado en un promontorio rocoso que domina el Mediterráneo, el Faro de Cabo de Palos es hoy uno de los símbolos más reconocibles de la costa murciana. Su silueta, visible a decenas de kilómetros, no solo orienta a navegantes: también narra una historia fascinante que se remonta siglos atrás.
De «Palus» romano a vigía moderno
El nombre «Palos» proviene del término latino Palus, como se denominaba en la Antigüedad al Mar Menor. Escritos del siglo IV como los de Avieno ya hacían referencia a esta región. Con el paso de los siglos y tras la Reconquista, este enclave fue perdiendo población, principalmente por las epidemias y los ataques berberiscos, lo que hizo que el cabo quedara prácticamente desierto durante mucho tiempo.
Una necesidad estratégica: la construcción del faro
Fue durante el reinado de Isabel II, en 1847, cuando se aprobó un plan general para señalizar la costa española. Fruto de este proyecto surgió la idea de construir el faro en Cabo de Palos. Se levantó sobre los restos de una antigua torre defensiva contra piratas y las obras comenzaron en enero de 1863. Apenas dos años después, el 31 de enero de 1865, el faro estaba terminado.
Su foco luminoso, situado a 80 metros sobre el nivel del mar, guía a los barcos con una luz visible desde muy lejos. Esta estructura de piedra se convirtió en parte inseparable del paisaje marítimo murciano, protagonista de versos populares y de miles de postales.
Cabo de Palos: de pueblo de pescadores a enclave turístico
El crecimiento poblacional de Cabo de Palos fue lento pero constante. Los primeros residentes estables fueron pescadores llegados desde la costa alicantina (Tabarca, Santa Pola, Torrevieja…). En 1873 ya existía un censo de 223 habitantes, todos forasteros. Durante las décadas siguientes, la vida giró en torno a la pesca, las salinas y la vida humilde de marineros.
Fue a partir de los años 60 cuando el desarrollo turístico transformó el entorno: llegaron la electricidad, el teléfono, nuevos restaurantes como La Tana, El Mosqui y Miramar, así como infraestructuras como el puerto, la iglesia de la Virgen del Mar y el aeropuerto cercano de San Javier.
Cultura marinera y devoción
La religión también forma parte de la identidad local. La cofradía del Cristo de los Pescadores, fundada en 1962, organiza procesiones como la del Jueves Santo y la de la Virgen del Mar, cada 15 de agosto. Ambas celebraciones marcan el calendario espiritual y cultural de Cabo de Palos, un pueblo que vive y respira mar.
Descubre más con Murcia Fiesta
En Murcia Fiesta te ayudamos a conocer el Faro de Cabo de Palos y todo su entorno con experiencias inolvidables:
- Excursión en lancha por calas y faro, perfecta para apreciar este monumento desde el mar.
- Visitas guiadas por Cabo de Palos para empaparte de su historia, cultura y tradiciones.
- Y si eres un amante del fondo marino, también puedes hacer tu bautismo de buceo en sus aguas cristalinas.
El faro de Cabo de Palos no es solo un punto de referencia en el mapa, sino un testimonio vivo de la historia del litoral murciano. Su construcción, su papel en la navegación y su relación con la comunidad local lo convierten en un lugar imprescindible para quienes visitan la región.
Si quieres conocer más detalles y vivir experiencias auténticas en este rincón único de Murcia, entra en Murcia Fiesta y elige tu próxima aventura.